“DE DONATIVO, NO ES GRATIS”: LA RED DE ALBERGUES DE HOSPITALIDAD DEL CAMINO MOZÁRABE A SANTIAGO EN PELIGRO POR EL ABUSO DE ALGUNOS "MAL LLAMADOS " PEREGRINOS
Se trata de nueve alojamientos de donativo que ofrecen todo lo necesario en etapas sin oferta privada o de difícil tránsito entre Almería y Granada. Una seña de identidad en la tradición jacobea es la hospitalidad a los peregrinos que encontramos en este tramo del camino mozarabeen las localidades de Rioja, Santa cruz de Marchena, Alboloduy, Ocaña, Abla, Abrucena, Huéneja, La Peza y Tocón de Quentar
De eso sabe y mucho la joven Asociación del Camino Mozárabe a Santiago Almería-Granada, empeñada en rescatar no solo esta senda cuyo origen se remonta en nuestras tierras a los discípulos directos de Santiago, sino la acogida y protección antigua a quien toma este camino para seguir aquellos pasos. Protectores del camino y de quienes lo transitan, un puñado de personas a lo largo de sus tramos almeriense y granadino, etapas de mucha dificultad y poca población, decidieron crear una red de albergues a la antigua usanza: recibiendo a cambio del alojamiento y cuidados, el donativo para seguir haciendo lo mismo con los que vengan después.
“Hay que agradecer que gracias a personas altruistas es posible que existan estos lugares únicos que solo los hallamos en el Camino de Santiago. Pero si no somos generosos y valoramos lo que nos ofrecen, al final terminarán cerrando todos y entonces nos lamentaremos de que el Camino pierda su esencia, su sentido, su alma, porque solo habrá espacio para el comercio”, advierte Mercedes Murillo, presidenta de la asociación que ha conseguido crear, con el apoyo de los ayuntamientos, hasta nueve albergues entre Almería y Granada.
Un hogar al que llegar
¿Pero qué ofrecen estos espacios y por qué son tan necesarios? Lo primero que ofrecen es un refugio hogareño y bien acondicionado en lugares donde no existe ninguna oferta privada y son finales de etapa, como en Huéneja o La Peza; o una oferta muy reducida que se llena fácilmente en ciertas épocas; como en Alboloduy y Abla; o incluso en etapas muy largas de especial dificultad por transitar zonas de montaña donde pueden sorprender nevadas o tormentas, como en Tocón de Quéntar.
En ellos, el peregrino, adecuadamente identificado como tal por su credencial sellada en anteriores etapas, podrá alojarse en un espacio limpio, dotado de literas, sábanas desechables, mantas, espacios comunes de convivencia, baño, microondas y frigorífico, productos higiénicos básicos para su higiene y la de su ropa, botiquín, radiadores, termo de agua caliente.
Incluso, cuando el final de etapa coincide en municipios donde no hay facilidad de comprar alimentos, encontrarán lo necesario para desayunar y cocinar una comida, con pasta, arroz, latas y otros productos no perecederos. Los hay, en ciertas épocas de mucho tránsito, con hospitaleros voluntarios que
acogen y preparar un desayuno y una cena colectiva.
Donativo justo
Todo ello se mantiene con el esfuerzo de los pequeños ayuntamientos y los propios limitados ingresos de la asociación, además del trabajo desinteresado y realmente especializado de sus voluntarios, que se encargan tanto de dotarlos, como de limpiarlos, acondicionarlos y reponer todo lo necesario para la acogida. Para ello la asociación necesita del donativo de quiénes hacen uso de los albergues. “Hospitalidad de donativo no quiere decir gratis”, remarca la presidenta. “Simplemente por llegar a un albergue y encontrar estos servicios, unas instalaciones limpias, con calefacción y agua caliente, con todo lo necesario, un donativo justo sería como mínimo 10 euros. Y cuando hay hospitalero que te está además ofreciendo un desayuno y una cena, sería 20 euros”.
“Si hay dificultades económicas, podemos entender que te dejen menos. Pero a veces no dejan nada, o incluso no llegan a 5 euros, o nos hemos encontrado con 1 euro o 40 céntimos. Una vergüenza. Es no entender el espíritu del Camino”, se lamenta Mercedes Murillo.
Seguimiento, protección, información
Pero es mucho más lo que ofrece la asociación: un grupo de voluntarios está especializado en el arreglo y señalización de los senderos, apañan averías, encargan e instalan monolitos y balizas indicativas. Otros se encargan de la limpieza y acondicionamiento de los albergues. Pepe, Juana, José Antonio,
Encarni, Lacho, Mónica, Jorge, Carmen, Óscar, Samuel..., son personas que anónimamente velan por el peregrino, junto a todos los socios que pagan su cuota anual para mantener este sistema asistencial voluntario, sin cobrar nunca nada a cambio, ni siquiera para cubrir sus gastos de desplazamiento.
La acogida empieza en el punto de inicio, donde la asociación recibe a los peregrinos, les asesora en la preparación, les dota de credencial, les informa de las etapas, albergues, alojamientos privados, de las dificultades que haya en ese momento, de pasos de río, temporales... Nely es la primera cara amiga con la que se encuentran. Los recibe en Almería, en la plaza de la Catedral y les hace el seguimiento por las diferentes localidades hasta salir de la provincia de Granada. “Un día típico mío: por la mañana veo dónde van a ir los peregrinos, les doy los códigos de entrada a los albergues, contesto a las llamadas que me hacen y a los wasaps: generalmente siempre tienen alguna duda, o se han perdido, o se sienten enfermos o demasiado cansados... Y les buscamosentre todos una solución y les atendemos”.
“Por las tardes, recibo a los que comienzan y atiendo la oficina de información al peregrino. También cuelgo sus publicaciones en nuestros Facebooks y en Peregrinos Mozárabes a Santiago. Y por la noche hago el parte de los que están en el camino”, nos cuenta Nely.
Una guía única
Otra de las grandes y exitosas aportaciones de la asociación es su excelente Guía del Camino Mozárabe, desde Almería a Mérida, realizada por su vicepresidente, Paco Fuentes, en la que aporta su profesionalidad y conocimientos en la realización de mapas, tracks y todo lo necesario para obtener una herramienta imprescindible en la peregrinación, actualizada mes a mes.
Y no es su única aportación habitual, según nos describe un día como hoy: “No es solo el coste económico que hace la asociación para mantener los albergues. Yo hoy tengo un día de vacaciones y tendría que estar dedicándolo a un proyecto de señalización que tenemos que entregar; pero en vez de estar ahí sentado, dibujándolo y haciendo la memoria y los presupuestos para sacarlo adelante, estoy en la lavandería de autoservicio, lavando las sábanas de un albergue. Y ahora me iré a comprar todo lo que necesitan los hospitaleros de Huéneja y de La Peza para que puedan dar las comidas. Luego voy a Tocón, a arreglar la cisterna... Que no solo es el tema de los costos que tenemos, sino del tiempo que también invertimos. Y es tan valioso como el coste de cualquier suministro, tanto o más, porque es nuestro propio tiempo que se lo dedicamos anónimamente al peregrino. Y ya te digo, un día de vacaciones, y aquí estoy, en la lavandería...”.
No se quejan los socios y voluntarios. Ellos se saben guardas y ángeles del Camino. Pero en su amor y dedicación a los valores tradicionales de la peregrinación y la hospitalidad, echan de menos el mismo espíritu en todos los que lo transitan. De esta noble, silenciosa y discreta contrapartida depende el futuro de lo que aquí se defiende.
Información y Contacto:
Tf. Asociación Jacobea Almería-Granada Camino Mozárabe: 622292413
caminomozarabedealmeria@gmail.com
mozarabeacci@gmail.com
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